Manuel Rodríguez

María José Mira, la belleza de las miradas.

mANUEL RODRÍGUEZ

María José Mira, la belleza de las miradas.

María José Mira sabe pintar. Con ella mirar es una ejercicio que es necesario aprender, lo mismo que escuchar, porque lo que nos ha mostrado del 6 al 22 de marzo en el vestíbulo del Gran Teatro es un conjunto de miradas que hablan por sí solas, un lenguaje visual mestizo que aúna la virtud de la imagen.

Eso es que lo que María José quiere, y ha conseguido, plasmar en sus obras, observar, mirar sosegadamente, sin prisa, apartados por un instante del mundo ruidoso de la crisis por la que estamos invadidos. Los cuadros que conformaban la exposición nos devolvían un mensaje atemporal; era como escuchar a una buena filarmónica interpretando a Amadeus Mozart.t.

Dotada de una inmejorable maestría en el manejo del color, su inspiración ha buceado más allá, llegando hasta encontrar la piel mestiza, para evocarnos, tal vez, esos hermosos mitos de la juventud <artoi> consagrada en su belleza virginal.

<< Era como escuchar a una buena filarmónica interpretando a Amadeus Mozart.t.>>

María José Mira va buscando a través de sus cuadros la entrada suave del sol hasta llegar a las figuras, esas caras limpias de color, cantar de los cantares que se hace himno en los pinceles. Ofrece matices riquísimos y la repetición de los semblantes y miradas no es rutina, sino originalidad y sugerencia.

La ternura con que nos acerca a los niños o a las jóvenes suspendidas en sus lienzos, porque así parecen estar, arrancadas del tiempo, de los fondos oscuros, nos recuerdan que hoy, como siempre, podemos seguir viviendo el misterio de la maternidad. Preciosos cuadros.

Mis felicitaciones por haber sabido aplicarte en este difícil arte que conjugar corregir, y por supuesto a tus maestros de capilla, que supieron corregir tus defectos, los cuales pueden sentirse orgullosos del producto dado.

María José Mira en redes